Pacasmayo!

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COSTUMBRES

El Mercado

A fines del siglo pasado el mercado de abastos funcionaba en una parte de la Plaza deArmas. De allí pasó a funcionar en la esquina de la Iglesia. El alcalde distrital donAurelio Herrera fue quien construyó el Mercado entre los años 1900 a 1904.

Este Mercado ha sido ampliado y refaccionado varias veces, primero por el señorAlamiro Calderón y después por su hijo en 1943. En 1953 lo hizo don Arturo Koening y en1978 don Alberto Lau Ainzoaín.

Por el Mercado, desfilan cada siete días toda clase de personas, toda clase deanimales y de cosas. Es un centro clave de operaciones comerciales, en donde se dan citalas gentes de los más apartados lugares de la Provincia. Se observa las más diversascostumbres, métodos de ventas, ceremonias, gritos, pregones, indirectas, silbidos,maldiciones, súplicas, remedios, chismes, etc, etc.

El Mercado fue construído por el alcalde don Francisco Aurelio Herrera, sobre el lechode la antigua acequia, terreno donado por don Julio Montenegro, con materiales traídos delextranjero, entre los años 1900 a 1904.
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La feria del Lunes

Hojeando las páginas del pasado porteño no encontramos una feria semejante a la quehan creado los vendedores ambulantes al inicio de la década de los sesenta. La crearon acosta de muchos sinsabores, papeletas y malas caras, mas con perseverancia y haciendooídos sordos a las amenazas de los municipales se ha llegado a constituir en unapróspera actividad comercial en beneficio del pueblo pacasmayino.

Esta singular Feria se inició en el mercado Central. Los días lunes por la mañanaera casi imposible caminar por las calles porque estaban completamente bloqueadas por loscomerciantes. Para desahogar el transito, las autoridades municipales intentaron llevar alos ambulantes al mercadillo, pero los vendedores no se movieron. En 1978, siendo alcaldedon Alberto Lau Ainzoaín, hizo el ensanchamiento del Mercado para esta ocasión pidió alos vendedores minoristas y ambulantes que provisionalmente utilizaran la avenida 28 deJulio. Así lo hicieron. Al terminarse la obra, aduciendo que no había espacio para todosse les ofreció a todo el que fuera al Mercadillo una concesión especial. Fue aceptado.Así don Alberto usó mas maña que fuerza.

El día lunes la gente lleva y trae, compra y vende. Llegan los mercachifles con susmercaderías en camionetas, traen sus maletas llenas de telas de diversos colores. Loscarpinteros traen sillas y mesitas, los granjeros sus gallinas y cajas con pollitos, patosy chanchitos tiernos, las floristas con maceteros y ramos florales. Los joyeros con susdeslumbrantes alahajas de fantasía, los zapateros con sus elegantes trabajos de obra demano que son muy preferidos por la gente. Además de todo lo dicho es infaltable losartículos de plástico con sus llamativos colores que engalanan las estrechas callespacasmayinas.

El día lunes se oyen pregones de distintos lados unos con la voz y otros con ayuda demegáfonos, todos en medio de una algarabía garantizando su mercadería. Los ambulantestraen "recortes" de telas, los cuales son muy cotizados por las amas de casa,por sus precios cómodos. Pero no todo es ganancia, hay algunos comerciantes"farrulleros", que venden mercaderías llamativas a precios ínfimos, pero ¡ay!del que se dejó llevar por la ilusión.

El método que emplea el comerciante ambulante es muy singular. Expone sus artículos ala vista de todos y deja que la gente lo toque. El se sube a un banquito o a una camionetadesde donde despliega una elocuente arenga para convencer al cliente a que compre sumercadería y que al hacerlo saldría doblemente beneficiado. A veces para llamar laatención del cliente emplea palabras simplonas o de doble sentido. Al ver que se acercandamas dice:

"..caseritas agárrense el calzón .. que está por los suelos ".
O...
"...abajo los calzones, todos están por los suelos y muy baratos."


Siempre con su risa picarona que no deja de causar en el público una sonrisita...

Así, pues entre broma y broma se llenan los bolsillos y se van dejando al públicodesplumado pero contento y con el deseo de volver a comprar más y barato...
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Las "chunchas" pacasmayinas

Cómo se bañaban entre los años 1900 - 1922

Se dice que por aquellos tiempos solamente los que vivían en el malecón salíandirectamente al mar en ropa de baño. Los que vivían en otras calles traían sus ropaspara vestirse bajo el "Club Pacasmayo".

Las damas observaban un esmerado recato en sus prendas de vestir. Usaban un vestidonegro de lanilla que les cubría desde el cuello, muñecas de las manos, hasta lostobillos. Así se manifestaba la coquetería femenina, en cambio ahora se enseña todo, nose cubre nada. Usaban zapatillas, se cubrían la cabeza con un tremendo sombrero que lesllegaba hasta los ojos. Salían a bañarse en grupo, se tomaban de las manos para entraral agua hasta un lugar prudencial donde se sentaban. Cuando venía la ola se levantaban.Así se bañaban con ese sentarse y levantarse daban sus grititos propios de las damas.Ellas no braceaban en el agua, eso sólo estaba reservado para los hombres.

En cuanto a los caballeros, ellos usaban una camiseta grande con franjas que les dabaun airecito de presos. Usaban un pantalón que iba hasta la mitad de la canilla.

Con esa rutina se bañaban los pacasmayinos hasta que apareció quién les daría lapauta de liberación a damas y caballeros. Esto fue allá por el mes de febrero de 1922.La gente como de costumbre fue a tomar su baño, cuando de repente aparece una dama muycampante, baja a la playa, se desviste delante de todos y se tira al agua. ¡Imagínese elprofundo impacto que causaría en el público veraniego! Hubo gritos, muchos se taparonlos ojos con las manos, otros volvieron las espaldas. Luego que pasó ese caso insólito,la gente se aglomeró para comentar lo que a sus ojos nunca antes habían visto. Lascrónicas locales no registran el nombre de la dama, quien después de terminar su baño,se vistió como si nada. La noticia se difundió por todo el pueblo. El diario "LaUnión" decía: "...una mujer semi salvaje, conocida por el apodo de"chuncha" se ha bañado completamente desnuda..." Febrero de 1922.

La semilla del desnudismo fue sembrada, desde entonces el ansia de ser"chunchos" se caló hasta los huesos; ni prédicas, ni amenazas la han podidofrenar. Aún los que que se quejaban en público en lo intimo eran "chunchos".El "chunchismo" salió de la playa a las calles. Las autoridades tuvieron queintervenir, el bando municipal de 1928 decía: "prohibido que anden por las calleslos bañistas con vestidos mínimos casi desnudos, afrentando e insultando de esta manera,al público..."

Cuatro años después, "La Unión" volvía a decir "hay individuosque parece que han perdido por completo, la vergüenza y el pudor. Salen desde sus casas,semi-desnudos al baño... Es necesario que las autoridades hagan algo para evitar estasescenas deshonrosas, producto de la más negra ignorancia, cuando no de una audaciaincalificable y sin límites..."

Hoy en día jóvenes y ancianos caminan por las calles pacasmayinas, sin ningunarestricción, esto gracias a su precursora, la "chuncha". Ahora podemos no sóloandar con un "taparrabo" por las calles, sino con toda libertad podemos admirarla esbelta figura de nuestras "chunchitas..." ============================================================

Las vendedoras de pescado

La conducción del pescado del muelle al Mercado es una estampa cotidiana muypintoresca de la actividad porteña, a veces lo llevan en carretillas, triciclos, o a laespalda.

Dentro del Mercado en una larga fila de mesas se exhiben los robalos, tollos, rayas,sucos, cangrejos, "muymuyes", conchitas negras y blancas frescas y saladas etc.etc. sin olvidar el popular "cochayuyo".

Acercarse a las vendedoras de pescado es acercarse a un pasado muy remoto; es ver enellas el lamento por la muerte del Inca. Ese profundo sentimiento se manifiesta encubrirse con el riguroso vestido negro símbolo de dolor y tristeza. Las vendedoras depescado son estampas vivas que nos recuerdan el pasado glorioso de aquellas princesas dela cultura mochica. Sus gestos, sus miradas, sus vestidos, sus trenzas largas, su tezquemada, sus pies sin zapatos son testimonios que ellas son un rezago de nuestrosantepasados.

Las vendedoras son salameras, halagadoras para coger al cliente. Venga casería, lléveme mis robalitos están fresquesitos. Le doy su yapita.


Algunas con voz muy pulida que sólo ellas pueden modular cantan: "...¡Conchíitas...frescas...! "...¡conchitas...blancas..! ...Conchitas negras...!